Consejería y cuidado

Facilitamos el desarrollo integral como personas conformes a la imagen de Dios

 

La iglesia es una comunidad de fe que propone alentar el desarrollo integral humano, conforme al modelo de persona que representa Jesucristo. En este sentido, deseamos contribuir al desarrollo personal y familiar a lo largo de todo el ciclo vital, siendo plenamente conscientes que para Dios la dimensión del vínculo de cuidado es absolutamente determinante y constitutiva a la esencia misma del cristianismo. En esta línea de pensamiento, el Nuevo Testamento expresa muy claramente las enseñanzas de Jesús en relación al valor del  desarrollo interpersonal saludable, como expresión fundamental del amor a Dios y al prójimo:

"Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también deben amarse los unos a los otros. De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros" San Juan 13:34-35.

En este sentido, siendo plenamente conscientes de las dificultades existenciales que debe enfrentar todo ser humano en la elaboración de su proyecto de vida, nuestra comunidad propone espacios y vínculos de cuidado y desarrollo personal que le permitan al hombre y a la mujer de hoy construir una identidad y un proyecto vital saludable en relación a valores cristianos que dignifiquen su propia vida y la de su entorno de influencia.

Desde este marco de valores, que rescata el valor de la persona mediante el amor al prójimo como expresión del amor divino, y que brinda permanentemente la posibilidad de ser escuchado y comprendido en un ámbito de confidencialidad, es que puede realmente concretarse el proyecto que Dios tiene para el ser humano en la actualidad. San Pablo expresa del siguiente modo el deseo de Dios para el hombre de hoy:

"El mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros, a fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el cuerpo de Cristo. De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a una humanidad perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo (...) Más bien, al vivir la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo" Efesios 4:11-15.

Este texto nos habla de una actitud de servicio a la comunidad, del desarrollo de un  vínculo de amor al prójimo y de un modelo antropológico de humanidad completa, madura, con sentido existencial que nos propone Dios como alternativa de vida en la persona de Jesucristo. Por tal motivo,  nos proponemos brindar a la comunidad vínculos de cuidado pastoral integral, mediante diferentes espacios de acompañamiento, escucha, reflexión y asesoramiento, con el fin de facilitarle a las personas los recursos necesarios para que puedan prevenir, identificar, enfrentar y resolver diversos tipos de conflictos y crisis vitales, de modo tal que puedan desarrollarse integralmente como personas en cada etapa del ciclo vital, conforme a la imagen y semejanza de Dios.