¿Por qué nos llamamos “Iglesia Presbiteriana San Andrés”?
Dos leyendas -de las muchas que hay- cuentan que los huesos del apóstol Andrés fueron llevados a lo que hoy nosotros conocemos como San Andrés (Escocia), desde Acaya (Grecia). La tradición dice que fue allí donde Andrés murió crucificado en una cruz en forma de X. Ambas leyendas involucran a una figura religiosa interpretada por St. Rule o St. Regulus, quien llevó los huesos del apóstol. En el año 906, San Andrés se transformó en el asentamiento del Obispo de Alba -nombre escocés para Escocia-. En el año 975 la diócesis de San Andrés fue expandida y el Obispo de San Andrés se transformó en el Señor Obispo de Escocia. La fundación de la catedral data probablemente de alrededor de 1160, y en ese año se estableció el nombre de San Andrés. Fue puesto en uso en el 1230.
La Reforma, que se originó en una primera etapa en 1517 con Martín Lutero, continuó, en una segunda etapa, con Juan Calvino en Suiza, y llegó a Escocia de la mano de Juan Knox -discípulo directo en Ginebra de Calvino-, en 1559. Knox y sus colaboradores se ocuparon de organizar la Iglesia Reformada de Escocia, que tomó una forma de gobierno que posteriormente sería conocida como presbiterianismo. El Ministro -Presbítero Maestro-, los Ancianos -Presbíteros Gobernantes-, la Confesión Escocesa, en principio, y luego la de Westminster fueron los pilares sobre los que Knox construyó la iglesia. Y así Escocia se transformó en un país reformado.
Los presbiterianos escoceses tuvieron una fuerte influencia en varios países, principalmente en los EE.UU., Australia, Nueva Zelanda, México y Brasil, entre muchos otros.
Los colonos escoceses que llegaron a estas tierras trajeron con ellos sus esperanzas, sus deseos de progreso y su fe. Y hoy nosotros, la Iglesia Presbiteriana San Andrés (1829), la Escuela San Andrés (1838), la Universidad de San Andrés (1988), somos producto de la misión y del espíritu de misión de esos hombres y mujeres.